Los indicadores de gestión son, de manera general, los datos que le muestran a una empresa cuáles fueron o serán las consecuencias de las decisiones tomadas. Esos datos ayudarán para que se realicen las acciones de mejora continua pertinentes.
Todo suena muy interesante y bonito, pero en la realidad no son aplicables. Al menos es lo que me ha tocado escuchar en algunas empresas.
Sin importar el tamaño de las mismas, es necesario saber hacia dónde nos dirigimos y cómo lo haremos. La mejor forma de hacerlo es realizando mediciones de lo planeado con lo obtenido, de manera real, clara y sencilla, siguiendo el precepto KIS (keep it simple).
Así mismo, estas mediciones permitirán evaluar el desempeño de cada área y persona de la empresa, todo para mejorar, no para castigar.
Pero ¿cómo o con qué logramos ésto? Es algo sencillo y fácilmente aplicable según el tamaño y necesidades de cada empresa.
